El silencio conmueve
sólo con pensar
es como una oración
que aún no está escrita
inmóvil en el tiempo
es en el espacio
el sujeto para reflexionar,
no se vive a cada momento
cada momento tiene
su propia lógica
en la inquietud
de nuestro pensamiento,
aunque es la quietud
de la observación
el trance
que nos conduce
al razonamiento
a la distracción
de la relajada
conversación
de nuestro yo interno,
que produce
la satisfacción
la consumada oración
de la existencia
en nuestro espacio y tiempo,
que menos precio
puede dar
el entorno
en el que acometemos
nuestra vida real
se mueve en dos espacios
el exterior y el interno,
se acaso experimento
la soledad
o el desasosiego
de seres externos
cada vez soy capaz
antes de olvidar
de evitar y propiciar
mi estancia fraternal
a la que el silencio
me empatiza al lograr
la belleza
de otros momentos,
en los que yo me guardo
en mi pensamiento.