Cansado sin saber
viajando al no retorno
a la tarde yacer
atrapado en tus ojos
en la hierba
moriré
cubierto de deseo
las hierbas serán
el lecho
el frío suelo
las hojas, el cielo,
para que la noche por ti
vuelva a ser
la Luna y las estrellas
pediré
a un cielo abierto.