La verdad
que contemplan
mis ojos
me conmueve,
porque es digna
de preservar
ante las palabras
que me suscita
cuando se tiene,
la razón
de un silencio
que es tan profundo
que hasta con el alma
me contiene,
en la esperanza
que de fulgor
me arrebata
de suspicacias
que no me pertenecen,
más que por ser
mi corazón rebelde
con lo que siente,
iluminado
en cada situación
ante lo grotesco
que sin querer
me devuelve,
con más razón
lo que siento
en mi silencio
colmado
de consideración
ante lo que
sin que sea
extraño,
verso
con el corazón
inspirado
hasta de ensoñación
con transparencias
tenues.