Sentir
lo que hay
tras la oscuridad
impenetrable
en nuestro pensamiento
más inexplicable,
que el del silencio
con el que la muerte
no deja ver
si hay luz
más allá
de su misterio
tan inquietante,
sólo el vacío
oculta la respuesta
por su inercia
sin luz
pero constante,
reflejo
de la ingravidez
que contiene
una apertura
en nuestra mente
irreplicable.