Por la verdad conozco
el silencio
como reflejo de lo que soy
y de lo que siento,
la palabra es el encuentro
la paz con la que
me puedo sostener
y mirarme a los ojos
cual fiel espejo,
es su enseñanza
la que cautiva a mi corazón
mi principal esperanza,
porque de ese modo
también le abro
las puertas de mi corazón
a Dios
que es donde me habita,
la razón que con versos
dulcifica la experiencia
de ese amor
que con las palabras
me suscita,
la respuesta a la pregunta
de mi invocación
entre la realidad
con la que me transita,
el halo esférico
de su amistad
donde perdura
el sentimiento
de mi oración
escrita.