El silencio
se descubre en mí
y yo me descubro
ante el silencio
es verosímil
a mi pensamiento
a una onírica realidad
en la que me adentro
la verdad
es que me conmueve
cuando la ensueño
me hace palpitar
estremecer en su silencio,
del que adoro
la oscuridad
de un equilibrio
que se halla
en lo oculto
que luce de oscuridad
de un brillo
en lo que estoy seguro
de un sentimiento
que no supone soledad,
sólo la percepción
de hallar refugio
con la luz
que con palabras
idealiza mi seguridad
de vencer solamente
en lo que no me quisiera
equivocar,
el silencio
no es sólo
lo que escucho
es la persuasión
de un modo de estar
atrapado
por una especie
de mimetismo
en el que la percepción
es original.