Le he escrito a un cielo
que he decorado
de señales
de versos sin vanidades
imaginando que siempre
fue sueño
poderlo contemplar,
a través de tanto silencio
y sentir que siempre
lo alcancé a vivir
que nunca nada
me hizo daño
y esa ya es mi suerte
el poder vivir
no rendirme y seguir
porque si algo me hace poeta
es poderlo sentir
que nunca me alcanzó
el desengaño
el desamparo, ni lo extraño
porque no extrañé
que fueron a unos ojos
a los que yo escribí
cuidé y correspondí
que siempre estuvieron
en mi y ahí,
que nada podré
de eso olvidar
cuando es cierto
que lo escribí.