No quiero
que el deseo
me posea,
prefiero poseer
todo deseo,
no quiero
que las palabras
me ahoguen
en el silencio,
prefiero
ser dueño
a lo que
con las palabras
entiendo
¡y sueño!,
porque de los sueños
parte mi silencio
que con las palabras
alcanzo
con lo que siento
para ser dueño.