La mente ve
y el corazón
también tiene ojos,
las palabras se sienten,
las miradas estremecen,
la abstracción
imagina, descubre
y se inspira,
la soledad
puede ser maravillosa,
la fe con la que creer
en Dios
cautiva
y es esperanzadora,
lo que se ve
a través de ella
se siente con el alma
y no hay parangón
que lo abarque
con palabras,
el encontrarse así
con el espíritu
es de verdad
sentir la paz
con la que ser
libre,
a medio camino
con el que mi fé
me arrancará la vida,
para sentir
como me desnudará
la muerte,
que sentiré
sólo
para que me mate
mi corazón
con el que he
creído,
que lo que yo siento
me descubrirá
ante un silencio
con el que la muerte
no me alcanzará
en la luz
con la que me inspiro.