Escucho voces que me asaltan
que me descubren en las entrañas
que dejan en mí el no silencio
la confusión que tejen en mí
me sujeta con sus hilos
como una araña,
que feroz veneno
me succiona mientras me aplasta
las delicadas heridas que me conlleva
no pueden cicatrizar
cuando me envuelve el alma,
sentirme delirar no me sujeta
arrepintiéndome de lo que soy
no tengo despertar
sólo el alma muerta
ya no siento pena
solo el dolor
solo el dolor
que en mí revienta
haciendo de la angustia que me cierne
el agotado mundo azul
el que mis ojos
quieren volver a ver
añoro sentir su luz
para que en mí
no desfallezca.