No hay palabras concretas
ni discursos filantrópicos
que yo pueda ostentar
ni como recursos asumir
pues sólo puedo aceptar
respetar o tender la mano
y a veces no pensar,
que soy igual a la verdad
a la consciencia y a lo natural
a la pobre realidad ajena
pues vivo en el mismo mundo
de retórica ideal,
aunque descubra
con mejor énfasis
mi propia realidad
en el tiempo que transcurre
disfruto de mi libertad,
aunque haya en el mundo
angustia
su poder es sobrenatural
vivir, vencer o morir primero
son las piedras del camino
con las que podemos tropezar.