Me sumerjo
en una realidad mayor
que sobreviene
a mi despertar
atravesado
por la luz tenue
en la que se sobrecoge
mi bienestar,
estado
de todo lo que soy
de lo que se desvanece
o puedo llegar
a crear,
afirmación
en la que me recreo
en mi búsqueda
de la idoneidad
luz
que por un momento
me traspasa
en una imagen
tras el cristal,
siento su frío
y me retiene
en un estado
que presiento
fugaz,
pero es intenso
cuando me fijo
y me acerco al límite
en el que sé
que puedo
respirar,
con una observación
que es ausente y firme
cuando
en la abstraída sensación
puedo perder
la consciencia
atrapado
en su oscuridad,
es casi
como una locura
que está llena
de excitación
la que puedo ver
en mi mente
plantea
mi necesidad,
que si la pienso
no quisiera perderme
por ser plena
de autenticidad
en la que mis sentidos
se acrecientan
y son conmovidos
por ir un poco
más allá,
lo puedo sentir
en cada latido
es algo
que no me invento
no me pierdo
y ahondo
en lo que escribo
estoy apunto
de poder regresar,
de un éxtasis
del que despierto
en una placentera
sensación
que percibo
y que me llega
a iluminar,
es amable
la consideración
de haber llegado
a desnudar
la luz
que por un momento
conmovió mi ánimo
en mi despertar,
que ahora dejo
tras de mí
sólo queda
su silencio
al que siempre
podré
regresar.