Parece
que la observación
con la que transcurre
mi pensamiento
me vuelve a murmurar,
silencioso
medito lo que siento
algo que es relativo
al espacio
en el que me oriento
con el que iniciar
desde el interior
un encuentro,
entre las hojas vacías
que todavía
no inspiraron versos
y otras que no acabe
rompiendo
sin terminar de hilar
quedaron mudas de silencio.
Vuelvo a reconocer lo que soy
un ser que por inercia
le escribe al vacío
con el que llenar
desde mi comprensión
un todo
a lo que estoy sujeto
como a la vida
a la que pertenezco
que da sentido
a todo lo que siento
en la que a veces
me recreo
retornando a la luz
en la que me encuentro
hallada en la oscuridad
de mi pensamiento.
Inquieto me revela
el vacío que contempla,
siempre está dentro de mí
es su presencia
a la que persigo
que a la vez
me está persiguiendo
es un túnel
a través de la luz
que es oscuridad,
en mi mente
da un vuelco
y no desvanece.
Es la parte de mi ser
que sólo yo
puedo sentir
real.