Soy libre
desde la fe
y puedo sentir
todo ese poder
de la oración
del espíritu
y de la evocación
del alma
que desde
la liberación
puedo comprender,
es un encuentro
a través del ser
en un silencio
apacible
con el que puedo
sostener,
la razón
el deseo
y cierta iluminación
que me da pié
a escuchar
y a encontrar
desde el interior
la paz, el amor
y la confianza,
lo que me lleva
a existir
desde una mayor
relación
con lo que me rodea
y siento esperanza.
Vuelve
el cielo de tus ojos
a dibujar
la noche
que en el firmamento
concentra
la fuerza
de mis ilusiones
y anhelos
lo que en mí hace
que sienta paz
y que hecha raíz
latiendo
hasta el horizonte,
desde donde suelo
contemplar
que en mí llevo
escrito tu nombre
la razón
por la que siento
y tengo fé
como yo deseo
que en tí vuelvas
como yo puedo
en tí creer,
desde la oscuridad
hasta el silencio
en el que yo
te quiero
y sueño poder,
acariciar
de tus ojos
tu alma
cual espejo
de la luz que vive
en mi rostro
para que lo veas
como reflejo
de mi alma
en la que se fija
todo ese poder,
que tiene el amor
que por tu bien
es mi dicha
y la liberación
de todo mi ser,
la esperanza
que me ha hecho
hombre
la fuerza de la fe,
con la que puedo
amar
y creer.
Siento la paz
de este sueño
que vivo abstraído
por la ensoñación
del silencio
en el que contemplo
esa oscuridad
en la que me adentro
que en la noche
siento brillar
de sinuoso misterio,
en el que no siento
soledad
me abraza
y está en mi pecho
lo siento
desde su oscuridad
que me envuelve
con todo su sosiego,
soy libre
porque puedo contestar
con palabras
en mi pensamiento
no tengo miedo
y encuentro serenidad
me he vuelto tan fuerte
como su silencio.